
Soy de las que decía “nunca me alcanza”, “no es suficiente”, “vendo mi alma al diablo para tener todo lo que ‘quiero’”.
Hasta que un día, hice un alto y me dije: No puedo depender de un solo ingreso, así que empecé a diversificar mis entradas económicas. Aunado a esto, quién no ha leído algo como esto: “El dinero es un resultado, como también lo son la riqueza, la salud, las enfermedades o tu peso corporal”. “Vivimos en un mundo de causas y efectos. La falta de dinero no es nunca, jamás, un problema. La falta de dinero es el efecto, pero ¿cuál es la causa?”
Aún no logró estabilizar esos extras, pero ¿sabes? Di el paso y dejé atrás esa mentalidad limitante con estos sencillos pasos, trabajando para pasar de la escasez a la prosperidad:
- Deje de gastar todo lo que ganaba.
- Comencé a ahorrar (sí, desde 10 pesos diarios comenzarás a ver la diferencia en un mes).
- Comencé a invertir (no necesariamente en la Bolsa de Valores, comienza con pagarte un curso para capacitarte o material para desarrollar alguna habilidad/manualidad e inicia un negocio).
- Destino un presupuesto determinado para gastar, eliminando mis gastos hormiga.

Sin ser economista, ni financiera. Solo un poco de lectura y ser disciplinando en tus gastos, podrá ayudarte a lograr el estilo de vida que has soñado.
¡Da el paso!