
Cada vez es más común escuchar a compañeros quienes están en la búsqueda laboral o cuando navegas en portales empresariales, que dentro de los perfiles de las empresas se buscan personas con soft skills. Pero, qué son las competencias blandas, cómo me preparó para estas competencias, cuándo se llevan a cabo o a qué se refieren.
A partir de la década de los 70 apareció el concepto de “Inteligencia Emocional” desarrollado por Daniel Goleman, quien revolucionó el mundo de la Psicología, área que en ese momento tenía una incipiente relación en el ambiente laboral, pues para los perfiles gerenciales de ese momento la gestión estaba casada con parámetros cuantificables y las emociones siendo subjetivas, no encajaban con los cuadros productivos de entonces.
Sin embargo, fue un campo abierto y en la actualidad se ha demostrado que la Inteligencia Emocional es una manera de interactuar con el mundo que tiene en cuenta los sentimientos y engloba habilidades como el control de los impulsos, la autoconciencia, la motivación, el entusiasmo, la perseverancia, la agilidad mental y principalmente, la empatía; habilidades que son factores de éxito en el logro de objetivos de cualquier empresa, organización o servicio.
Hoy en día y, paradójicamente en estos meses de incertidumbre ante la pandemia del COVID-19, las empresas tienen el foco en estas habilidades blandas o soft skills, pues son capacidades fundamentales para el trabajo en equipo y un liderazgo eficaz, lo cual se cuantifica en la productividad o resultados de las corporaciones.

En una de las últimas listas publicada por el Foro Económico Mundial (2020) aparecen estas soft skills que puedes tener en cuenta:
- Creatividad: Gracias a la creatividad se puede identificar y percibir las conexiones y generar soluciones a diferentes problemas. A través de la innovación se pueden hacer mejoras en los procesos del trabajo para mejorar los resultados.
- Inteligencia emocional: Ser consciente de tu propia personalidad, estilo de trabajo y métodos de comunicación, permitirán un mayor nivel de empatía, autorregulación y la autoconciencia que permite trabajar más fácilmente con los demás.
- Persuasión: Es la capacidad de implementar las habilidades y estilos clave de negociación para llevar a cabo negociaciones efectivas y alcanzar acuerdos satisfactorios. Adoptar técnicas de comunicación que mejoren las relaciones y estimulen la cooperación entre las partes involucradas para desarrollar el pensamiento crítico y así, gestionar las emociones y resolver conflictos de forma constructiva.
- Colaboración: Un buen trabajo de colaboración simplemente no es posible sin una comunicación eficiente. Es especialmente importante a medida que los entornos de trabajo digitales y remotos se hacen cada vez más frecuentes.
- Adaptabilidad: Refiera a la capacidad de ser flexible para adaptarse a los cambios que se puedan producir en cualquier momento. Al mismo tiempo, ser capaz de organizarse y rendir, aunque la situación pueda ser extrema.
Así que ya sabes cuales son algunas de las competencias que formarán parte de las entrevistas laborales, de los programas de capacitación en cultura organizacional y de los parámetros que estarán en las evaluaciones cuantificables y subjetivas en tu trabajo.
¡Pongamos manos a la obra y si requieres apoyo para desarrollar algún programa o curso de capacitación que te ayuden a desarrollar estas habilidades, sólo agenda una cita!