
Seguramente al conocer a una persona determinas cómo es, qué carácter tiene, que imagen te proyecta o te genera algún tipo de emoción, pues bien, eso es la Imagen Corporativa. La reputación de una empresa y la percepción que tengan de ella tanto los empleados, clientes, posibles inversionistas, proveedores, socios, medios de comunicación y público en general.
De ahí radica la importancia de cuidarla. La imagen corporativa tiene como objetivo posicionar a la compañía o producto en el mercado a través de un logo, colores, tipografías y línea gráfica que refleje lo mejor de él y se traduzca en mayores ventas y ganancias.
Estas son acciones que fortalecen, además, vínculos entre los empleados de una organización y las personas de afuera que comparten lazos con ella, lo cual se traduce en los siguientes beneficios:
- Identificación de marca. El público objetivo, al que van enfocados los productos o servicios de una compañía, se sienten identificados con la imagen corporativa y se convierten en influenciadores para fidelizar a más personas.
- Fidelización del cliente. Hace que los productos o servicios de una organización se identifiquen con calidad y detalle ante los consumidores, lo cual refleja una empresa comprometida.
- Empatía. Se refiere que la compañía se pone en los zapatos del otro.
- Marca sólida. Es el sentirse orgulloso de portar una marca, con unos valores y objetivos muy marcados.
- Mejor reconocimiento de productos y servicios. Al generar empatía de forma automática, se acrecienta un vínculo emocional llamado “recordación de marca”; es decir, tener en la mente el artículo o servicio.
Una buena cara ante el mundo ayuda a las marcas a destacar y diferenciarse de la competencia, de esta forma tu producto o servicio tendrá una fuerte imagen ante el consumidor.
Si estas pensando en emprender un negocio, lanzar un producto o servicio o reinventar la imagen de tu empresa, búscame y platiquemos de las posibilidades que tenemos para trabajar juntos.
Agendemos una cita o escríbeme tus dudas.