El Tsunami de la transformación digital en las oficinas

El teletrabajo se impone en México

A tres años de la declaración del estado de pandemia por la COVID-19, la Comunicación Corporativa esta sufriendo una revolución digital sin precedentes. Los pizarrones de anuncios en las empresas se trasladaron a la pantalla chica, a múltiples grupos de whatsapp, mientras que las reuniones de trabajo pasaron de una sala a un monitor a través del ‘zoom’, las charlas de café en el pasillo al envío de un video motivacional de tiktok.

Las áreas de comunicación interna o de recursos humanos de la mayoría de las empresas e instituciones de México, se vieron desbordadas para implementar estrategias efectivas que promovieran trabajo coordinado, tranquilidad y empatía, pero poco a poco y muchas de ellas, nacidas desde el seno de los colaboradores, diversas estrategias fueron abriendo paso a la avalancha de proyectos digitales y tecnologías emergentes.

La transformación digital llegó como un tsunami a las oficinas mexicanas y muchas tuvieron que hacer frente con una inversión no proyectada, desde la compra de equipos, la contratación de servicios de internet, streaming y tecnología emergente, hasta la compra de computadoras portátiles o, incluso, sufrieron un cierre total o parcial de sus oficinas.

La transformación digital era un tema manoseado en la Secretaria del Trabajo, algunas empresas trasnacionales habían comenzado a trabajar en proyectos pilotos de teletrabajo y era más común escuchar “estoy de freelance” que “soy nómada digital”.

Por lo que, la reforma al Artículo 311 de la Ley Federal del Trabajo tuvo que cocinarse en olla exprés, a la par que en los laboratorios mundiales probaban cientos de fórmulas que pudieran detener la pandemia. Así, el 12 de enero de 2021 entraron en vigor las actualizaciones para regular lo que conocemos hoy como Teletrabajo, Trabajo Fuera de Oficina o Home Office con nuevas obligaciones patronales y responsabilidades de los empleados.

Para visualizar el futuro de la comunicación corporativa tras este parteaguas mundial y entender el cómo se vive hoy, en nuestro país, la nueva normalidad laboral post Covid, nos dimos a la tarea de realizar un sondeo con el apoyo de unas breves entrevistas a seis personas de diferentes perfiles en las ciudades de México, Querétaro, Toluca y Cancún.   

En la Ciudad de México, David Aguilar nos comentó que “el Trabajo Fuera de Oficina (TFO) se empezó a implementar poco después de que se lograran las segundas dosis de vacunación; fue una negociación del Sindicato de Trabajadores de Infonavit y está basada en las reglas que, a su vez, publicó la Secretaría del Trabajo y Previsión Social en 2021”.

Derivado de lo anterior, actualmente, trabajan en un “modelo híbrido” en el que unos días asisten a la oficina y otros laboran desde fuera. “No se eligen al libre albedrío los días de TFO, hay reglas, entre ellas, que no se junten con vacaciones solicitadas por el trabajador o con días feriados. Son un total de 8 a 10 días al mes los que puedes gozar de TFO, de acuerdo a otros requisitos y el escalafón que ocupes dentro del organigrama del Instituto”.

En el Sector Público, Cristina Hernández nos relató que durante los meses más duros de la pandemia no se dejó de trabajar. Como miembro de una oficina de gobierno, dijo, “en el área central nunca paro nada”.

Y aunque en los medios de comunicación estas modalidades de trabajo fuera de oficina son comunes en todo el mundo, en la capital del país las redacciones también sufrieron cambios. Algunas se volcaron al home office por completo y otras desde 2021 regresaron bajo el formato híbrido, tal como nos señaló Jacobo Bautista, editor de Líderes Mexicanos.

Por su parte, Alejandra Huerta, quien trabaja para una empresa en la ciudad de Querétaro, nos compartió que actualmente “estoy en un sistema híbrido; son dos días a la semana, pero durante la pandemia, todo fue home office”.

La profesora de inglés, Karla Izquierdo reconoció que en el caso de las preparatorias para las que trabaja en Toluca, Estado de México, “el sistema virtual no funcionó, debido al poco o nulo compromiso de los alumnos, quienes ya no cuentan con la supervisión constante de los padres de familia, dificultando la impartición del plan académico. Ya cuando se dictaminó el regreso a aulas, fue difícil para profesores y alumnos por los constantes brotes. Sin embargo, la modalidad presencial para los estudiantes de cualquier nivel, es la ideal e irremplazable”.

“Solo pudimos estar unos meses en home office, ya que nuestra labor es la atención personal. Así que estuvimos en capacitación y aún nos mantenemos con protocolos sanitarios, pues tenemos contacto directo con la gente. Nosotros no hemos parado”, nos contestó Marielena Pineda, quien trabaja actualmente en oficinas de la cadena de supermercados Chedraui en la ciudad de Cancún.

En algunas oficinas, a fin de implementar protocolos sanitarios que dieran «tranquilidad» a los empleados para regresar a oficinas, fue el uso de mamparas de acrílico, lo que en algunos casos psicológicamente, fue contraproducente al generar mayor ansiedad.

Como leemos, son diferentes puntos de acción que se han tenido a lo largo de tres años para mantener la operatividad económica y la vida laboral en México. Lo más importante en este análisis son los cambios que nuestros encuestados han percibido al regresar a la oficina en ámbitos laboral, sensorial y espacial (la distancia mínima de seguridad), pues en general coinciden en que los protocolos de sanidad se relajaron luego de unas semanas al regreso a las oficinas, que quienes se siguen cuidando y manteniendo distancia social y de espacio son los compañeros de más edad (+50) o quienes se saben con enfermedades como diabetes o hipertensión.

“Ya ahora todos están muy relajados, pero al inicio había miedo y desconfianza. Todos usamos mucho tiempo cubrebocas en la oficina hasta que el año pasado dejó de ser obligatorio en lugares cerrados”, nos dice David Aguilar o como coinciden Alejandra Huerta y Jacobo Bautista: “ya se les olvidó la pandemia e, incluso, con gripa andan por la vida como si nada”.

La dinámica laboral en cualquier sector, sigue enfrentando ajustes como el respeto a la desconexión digital, pues pocos empleadores respetan los horarios que se mantienen de forma presencial en una oficina; asimismo, los empleadores tampoco cubren el gasto proporcional de gasto eléctrico o costo por el plan de internet. Y como menciona Cristina Hernández, en la mayoría de los casos para las mujeres, madres de familia o responsables del hogar, el trabajo es doble. “El home office tiene el inconveniente de que en casa las tareas no paran y entonces se junta la ropa con la reunión. En ese contexto prefiero salir a trabajar. Pero, ocasionalmente doy clases a distancia, eso es muy cómodo para mí. Supongo que si tienes ayuda en casa, si es más conveniente home office, aunque prefiero el sistema presencial, convivir con la gente y no aislarme por el temor a contagiarme”.

El hecho es que actualmente el sistema híbrido muestra preferencia, ya que permite una dinámica para eficientar los tiempos y psicosocialmente puede apoyar en la salud mental de los trabajadores. “Puedo descansar del clima laboral que se genera en la oficina y resguardarme en casa o trabajar desde una cafetería agradable”, afirmó David Aguilar. Mientras que la perspectiva de Jacobo Bautista reconoce que “soy más productivo en home office. El sistema híbrido responde a la poca comprensión de los líderes de la organización de la productividad y al no tener un área profesional de recursos humanos”.

Y finalmente en los procesos de comunicación interna, hay quien reconoció que la comunicación no ha variado porque ya usaban chats para coordinar diversas tareas, otros que han visto una agilización de procesos, pero poca capacitación en las nuevas herramientas lo que provoca a la fecha, informalidad de los empleados.

En conclusión, a tres años de la declaratoria de pandemia, en México se han dado pasos agigantados en materia de legislación laboral en el teletrabajo, pero hay mucho que dista en la aplicación y la implementación de estrategias como el metaverso, podcast, campañas transmedia, nueva generación de influencers corporativos, streamings, creación de videos cortos, inteligencia artificial en la generación de contenidos y eventos híbridos.

Reto que, hoy en día, deben afrontar los DirCom con una apertura multidisciplinaria empática y de valores que fortalezcan la cultura corporativa de la empresa o institución y para ello, deberán apegarse a la NOM-035, que es la Norma Oficial Mexicana que rige las obligaciones de los empleadores en materia de seguridad y salud en el trabajo en la modalidad de trabajo remoto.


Nuevas obligaciones para las empresas1:                                                             

  • Proporcionar, instalar y encargarse del mantenimiento de los equipos necesarios para el teletrabajo. Por ejemplo: el equipo de cómputo, sillas ergonómicas, impresoras, entre otros.
  • Recibir oportunamente el trabajo y pagar los salarios en la forma y fechas estipuladas.
  • Asumir los costos derivados del trabajo a través de la modalidad de teletrabajo, incluyendo, en su caso, el pago de servicios de telecomunicación y la parte proporcional de electricidad.
  • Implementar mecanismos que preserven la seguridad de la información y datos utilizados por las personas trabajadoras.
  • Respetar el derecho a la desconexión de las personas al término de la jornada laboral e inscribirlas al régimen obligatorio de la seguridad social.
  • Promover el equilibrio de la relación laboral de las personas trabajadoras, a fin de que gocen de un trabajo digno o decente y de igualdad de trato en cuanto a remuneración, capacitación, formación y seguridad social.
  • Se deberá observar una perspectiva de género que permita conciliar la vida personal y la disponibilidad de las personas trabajadoras.

Nuevas responsabilidades de las y los trabajadores son1:

  • Tener el mayor cuidado en la guarda y conservación de los equipos, materiales y útiles que reciban del patrón.
  • Informar con oportunidad sobre los costos pactados para el uso de los servicios de telecomunicaciones y del consumo de electricidad, derivados del teletrabajo.
  • Atender las políticas y mecanismos de protección de datos utilizados en el desempeño de sus actividades, así como las restricciones sobre su uso y almacenamiento.

NOTA:1 | Artículo 311 de la Ley Federal del Trabajo

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